Antonio Machado fue uno de los escritores más resaltados de fin de siglo. Nació en Sevilla, pero su vida estuvo marcada por numerosos cambios de residencia. Escribió prosa didáctica y obras teatrales, pero fue, sin duda, un gran poeta de este período. Sus primeros versos fueron modernistas, aunque estos estaban escritos con un tono más intimista y subjetivo. Este poema pertenece a Campos de Castilla, donde, además de temas políticos y sociales españoles, recogía distintos fragmentos lamentando la muerte de su esposa, Leonor.
Al comienzo del poema
observamos la descripción de un olmo viejo, hendido, podrido hasta la
mitad y con algunas hojas verdes
naciendo por la copa. Estos cuatro primeros versos los asociamos con una Leonor
frágil y debilitada por la terrible tuberculosis que fue invadiendo su cuerpo y
produciendo desgaste en ella. Podemos
observar la similitud entre el olmo y Leonor: ambos perdiendo poco a poco la
vida pero con una leve esperanza de poder salir de este tornado (recurre a los
meses de abril y mayo, donde comienza el
buen tiempo y los árboles van desarrollándose.
Los cuatro siguientes versos muestran los efectos que tiene esta
debilitación en ambos cuerpos: musgo amarillento (piel de Leonor), tronco
carcomido y polvoriento (el vacío que provoca dicha enfermedad en los pulmones.
Los siguientes versos van llenos de connotaciones negativas: ejército de hormiga (…) telas grises las
arañas, identificación con la enfermedad, que va llegando a los pulmones
hasta provocar la muerte en dicha persona. Finalmente, vemos el deseo de los
versos de transmitir el destino del alma, el camino hacia la muerte de este
olmo, lo que el futuro le depara… En los últimos tres versos observamos el
deseo infinito de Machado porque haya un milagro de la primavera y Leonor se
mejore, igual que ocurrió con el olmo viejo y seco.
El poema lo podemos dividir en dos partes
principales. La primera consta de las cuatro primeras estrofas, donde hace una
descripción del olmo asemejándolo con la bella Leonor. En la segunda reflexiona
sobre el futuro del olmo y el destino del alma, mostrando también la leve
esperanza que tiene en su interior. Abarca la última estrofa.
Machado muestra lo que
sufre por la enfermedad de su esposa, de ese ser tan querido y apreciado para
él. Estar en su situación tiene que ser duro y complicado. Una persona a la que
tanto quieres, a la que tanto aprecio le tienes está a punto de morir y no
puedes hacer nada. A lo largo de nuestra vida vamos a tener que ir
enfrentándonos a distintos retos y obstáculos que se presentarán, a los que
debemos plantarle cara y hacer todo lo posible por salir de ellos. Habrá
momentos mejores, momentos peores… pero de todos se aprende algo nuevo. Así es
como vamos creciendo como personas. No debemos encerrarnos y quedarnos
atascados en un problema, hay que salir de él y demostrar que somos fuertes
ante lo que la vida nos presenta. Además de esto, hay que saber preocuparse por
lo que realmente importa. Muchas veces nos agobiamos por cosas que, para
nosotros son un mundo en el momento, pero luego las analizamos y vemos que no
son para tantos; hay que preocuparse por lo que realmente importa.
Todo esto se hace más
ameno si en nuestro camino vamos acompañados de personas que realmente nos
quieren, nos apoyan, muestran su cariño y afecto por nosotros… haciéndonos así
muchísimo más fácil el mundo que nos rodea.
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